Mirad que cosa tan interesante he encontrado en Internet. Para todos los que se excusan en que si el déficit de energía, el fin de la era del petróleo, y todas esas historias…estas cosas no se fabrican por meros intereses económicos, y punto pelota.
El Girobús o gyrobus (del griego: γύρος = giro, volante, más bus) es un transporte de pasajeros que utiliza como fuente de energía la que se acumula en un volante de inercia. Si miráis en enlace, veréis que es tan sencillo como el mecanismo de un botijo.
La energía cinética acumulada, es convertida mediante un generador en energía eléctrica, que es la que utiliza el motor del gyrobús para moverlo.
Se utilizaron en la década de 1950 en Yverdon, Suiza, Léopoldsville, actual Kinshasa, en el Congo y Gante, en Bélgica (en esta última hubo une verdadera flota!). Su desarrollo se vio mermado debido al creciente interés comercial y técnico que por entonces tuvo el motor de explosión diesel y de gasolina, y por el desinterés y el desconocimiento ante la contaminación ecológica. (cómo no?)
Como los trolebuses y tranvías, los gyrobuses no emiten gases contaminantes (los motores diésel que aportan la energía cinética inicial pueden ser fácilmente sustituidos por motores eléctricos), pero además, no requieren de ninguna estructura de cableado o catenarias y pueden operar con una flexibilidad de la que los otros vehículos indicados carecen (a no ser que se trate de un híbrido posible: trolegirobús).
Los primeros gyrobuses, debían “recargarse” durante unos minutos cada 4 ó 5 km, en unos postes eléctricos situados para ese fin, o bien llevar un motor de explosión que sólo se utilizaba para aportar el primer impulso cinético de arranque. Hoy por hoy, sería sustituido, evidentemente, por batería eléctrica de arranque.
Los gyrobuses se caracterizan por ser transportes rápidos y silenciosos. Al no emitir gases, evitan el calentamiento global, el consumo de hidrocarburos, y la emisión de Co2 es nula. Pero como no consumen petróleo o derivados, no favorecen nada a los mercados petrolíferos y sus secuaces…
En los gyrobuses construidos y diseñados en los años 50, existían algunas desventajas, ya que necesitaban volantes inerciales de 3 toneladas, pero hoy en día, podrían sustituirse por otros de materiales más ligeros. La gran velocidad que adquieren los volantes inerciales requiere de especiales medidas de seguridad, ya que poseen características giroscópicas que plantean compensar la inercia en tramos de curvas y esquinas, pero esto se soluciona con una buena preparación y práctica por parte del conductor. Sin embargo, nunca han existido accidentes en los gyrobuses y es evidente que las supuestas desventajas son en gran medida subsanables y están superadas ampliamente por las ventajas de este medio de transporte, que únicamente consume la energía que él mismo origina.
Como tantas y tantas cosas, la principal razón de que no se lleve a cabo su fabricación, es de índole política y económica…pues hay otros intereses, para algunos, más importantes que los medioambientales.
Gracias Dominique!
L'hort de rafelin 